El problema de los protectores solares químicos

El problema de los protectores solares químicos

En Ozone, queremos concientizar acerca del cuidado de la piel y la necesidad de hacerlo de forma responsable cuidando el medio ambiente. Te preguntarás qué tendrán que ver esos productos que utilizamos día a día con la naturaleza y su contaminación... Aunque no lo creas, están súper conectados. Formamos parte de una cadena que está dañando la capa de Ozono, la naturaleza y, por consiguiente, nuestra salud.

Y es que la mayoría de los protectores solares químicos demostraron ser dañinos para la fauna y la flora de distintos lugares, contaminando el agua de nuestros mares y provocando el blanqueamiento y muerte de arrecifes de coral. Por ello, en algunos sitios prohibieron su uso como en Hawaii, reservas naturales de México y Tailandia, entre otros. A esto podemos sumar que muchos productos utilizan envases plásticos que no son reciclados y suelen ser tirados u olvidados por cualquier parte.

La cadena se sigue conectando: por lo mencionado, los protectores químicos, que deberían favorecer la salud de nuestra piel, son un eslabón más que aumenta el daño de la capa de Ozono. Y este es el punto más importante. La primera barrera de protección que tenemos contra los rayos UV es la capa de Ozono. Si no impedimos su deterioro, no habrá pantalla solar que pueda protegernos.

¿Qué podemos hacer para impedirlo?
SunStick llega como una opción sustentable y amigable con el ambiente para reemplazar el uso de protectores químicos, garantizando la máxima protección y la no contaminación gracias a su envase biodegradable. 
Todos sus ingredientes -óxido de Zinc, dióxido de Titanio, mantecas de Cupuaçu, Karité y Murumuru, y aceites de Jojoba y Coco-, son seguros y efectivos para tu piel, pero también para el medio ambiente: creamos un packaging biodegradable libre de plástico para que puedas disfrutar los días al aire libre sin preocuparte por la contaminación.